1. Dan oxígeno al entorno
A pesar de la creencia general, tener una planta en la habitación en la que se duerme no tiene por qué ser perjudicial. Si bien es cierto que durante la noche, a consecuencia de la expulsión del dióxido de carbono, el impacto de las plantas puede resultar negativo, los efectos relajantes que transmiten durante el día, hace que el balance total sea muy positivo.
2. Purifican el aire
Las plantas, al absorber los gases contaminantes del entorno, tienen importantes efectos en la purificación del aire. El aire del hogar estará mucho más limpio y, en consecuencia, se podrá respirar mucho mejor.
3. Facilitan la concentración
Son varios los estudios que han demostrado que tener plantas en casa o en el lugar de trabajo ayuda a aumentar y mantener la concentración, traduciéndose en un aumento de la productividad.
El efecto relajante de las plantas hace que tenga importantes efectos en lo relacionado con el estrés laboral.
4. Dan satisfacción
Para muchas personas, el tener y cuidar de sus plantas es toda una satisfacción. Los esfuerzos que supone mantener en buen estado las plantas y que éstas gocen de una buena salud, puede llegar a suponer un reto que hará que sus dueños se sientan en perfecta armonía con ellos mismos.